Yo tenía unos 7 años años la primera vez que recuerdo que me llamaron gorda,no fue en el patio de la escuela,fue en mi propia casa: una tía de mi madre(con un sobrepeso más que evidente) tuvo a bien decirle a una niña pequeña que estaba gorda y que acabaría como su madre (mi madre tiene hipotiroidismo y como no se lo cuidaba,bastante sobrepeso también).No sería la última vez que lo escucharía.
Antes de nada debo poneros en antecedentes sobre mis circunstancias vitales: fui una persona de las que llaman los educadores "niños con necesidades especiales",en mi caso,me daban clases extra para que no me aburriese ya que estaba muy adelantada para mi edad.Eso propició que mis compañeros me discriminaran en la escuela: por empollona,por hablar "raro" y por ser la favorita de los profesores.Lo que a grandes rasgos llamamos envidia.Eso,unido a que de pequeña estaba algo rellenita (tampoco mucho),hizo que me sintiera muy dejada de lado por la gente de mi edad.
Cuando eres niña puedes ser más o menos coqueta,pero tampoco te preocupa demasiado si los chicos te miran o no,o si estás algo gordita;pero cuando llegas a la adolescencia eso sí importa y mucho,y a veces cuando llevan mucho tiempo discriminándote por algo,sueles buscar las respuestas en los sitios equivocados: en los estereotipos y las críticas de personas malintencionadas.A los 12 años yo ya tenía un cuerpo de mujercita,y estaba delgada;sin embargo aunque mi cuerpo había cambiado,mi cerebro no: seguía siendo demasiado "especial",de modo que seguí sin poder integrarme.Como pasa a menudo con estas cosas,cuando una no sabe qué falla de sí misma,se va a aquello que más destaca y que más fácil es de cambiar: yo no podía dejar de ser inteligente,pero podía ser guapa,podía ser perfecta para que nunca más me pegasen ni me insultasen.
Y así empezó todo:con un espejo,una báscula,y la desesperada necesidad de tener amigos,de que alguien me quisiera.
Para mí fue extremadamente fácil ser anoréxica y que nadie se diera cuenta,ni siquiera mis padres.Ellos trabajaban todo el día,casi nunca estaban en casa a las horas de comer,además como nos mudamos de casa pero no cambiamos de instituto,tenía que andar un buen trecho (casi una hora) para ir y venir.De modo que fue muy sencillo tirar la comida y decir que sí,que había comido,dársela al gato o vomitar sin que nadie me oyese: no había nadie que presenciara todo aquello.Debido a que estaba en época de crecimiento,iba perdiendo peso al tiempo que ganaba estatura,de modo que mi delgadez se la atribuyeron al "estirón",tuvieron que pasar 3 años y que yo tuviera 15 para que alguien pensara que a lo mejor comía demasiado poco.
¿Qué os voy a contar sobre la anorexia que no sepáis ya quienes la vivís? Yo no he venido a contaros qué ocurrió paso a paso,sólo cómo me sentí porque creo que esta enfermedad se podría prevenir a tiempo muchas veces con un "te quiero","qué buena eres" o un simple abrazo.
Sé que os sentís incomprendidas,que nadie excepto otras princesas os entiendes y que Ana o Mía son las únicas que mitigan vuestro dolor.Pues yo os entiendo,seguro que esto os suena muchísimo:
-No paran de insultarme,seguro que si no fuera una puta foca me respetarían.
- X apenas se da cuenta de que existo,seguramente le gusta otra chica,alguien que no sea una horrible montaña de grasa.
-Hoy he comido dos filetes de pollo en el almuerzo,soy lo peor,me merezco todo lo que me pase por no tener disciplina.Me merezco ser horrible.
-No encuentro mi talla de pantalón en las tiendas,ojalá consiguiera llegar a la 36...
-¡Qué guapa es X ! Es tan delgada,todo el mundo la quiere.
-Esos días enteros llorando en silencio en vuestra habitación porque os sentís solas,pensando que ojalá en vez de vosotras,hubiera nacido otra persona.
-Esas veces en que el bote de la lejía,el 10º piso o el cuchillo de cocina os parecieron tan atractivos.
-Esa sensación de odio intenso hacia una misma cuando se prueba un vestido y no le queda como le gustaría,o necesita una talla más;y el pensamiento de que eso te pasa por tragaldabas (aunque apenas hagas una comida miserable al día).
-La vergüenza que se siente al estar en ropa interior o en bikini delante de otros,pensando que ven tus michelines.
Estos son sólo ejemplo,pero resultan familiares,¿a que sí? Pues ni Ana ni Mía os sacarán de eso,seréis esqueletos andantes y todavía lo pensaréis.Prometo que mañana o pasado actualizaré con una entrada rebatiendo todos esos pensamientos horribles que se os pasan por la cabeza.Mucho ánimo a todas y todos los que pasáis por esto,o tengáis alguien querido que lo hace.Podéis escribirme aquí con cualquier cosa que queráis,aunque sea mostrar desacuerdo.Un beso enorme.
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